Sopa de Mejillones y Calabacín
Ingredientes:
300 g mejillones
1 calabacín mediano
cebolla
perejil
aceite
vino blanco
sal
pimienta negra
300 g mejillones
1 calabacín mediano
cebolla
perejil
aceite
vino blanco
sal
pimienta negra
Preparación:
Por un lado, pelamos el calabacín, dejando parte verde para que la sopa tenga un color vivo. Puedes dejar parte sin pelar o usar un pelaverduras, que corta más finamente la piel, con lo que queda aún mucho verde.Lo troceamos y lo ponemos a hervir en una cazuela con agua hasta que esté bien cocido. Cuando esté hecho, sacamos los trozos del agua y los pasamos por la batidora.
Por otro lado, limpiamos los mejillones. Ponemos en una cazuela la cebolla picada con perejil y el aceite hasta que la cebolla esté bien pasada. Añadimos un buen chorro de vino blanco seco (en mi caso, fino, que era lo que tenía a mano), echamos los mejillones y tapamos hasta que se abran (unos cinco minutos). Cuando estén abiertos, los sacamos, reservamos algunos con una de las conchas para adornar los platos, y quitamos las conchas de los demás. Si son muy grandes, quitarles la parte gomosa de alrededor y trocearlos o desmenuzarlos, al gusto. Colar el caldo que ha quedado en la cazuela.
Mezclamos el caldo colado con el puré de calabacín. Añadimos los mejillones sin las conchas, y si lo servimos en plato, ponemos uno o dos con concha en cada uno. En el último momento, podemos añadir un poquito de pimienta negra recién molida.
Por un lado, pelamos el calabacín, dejando parte verde para que la sopa tenga un color vivo. Puedes dejar parte sin pelar o usar un pelaverduras, que corta más finamente la piel, con lo que queda aún mucho verde.Lo troceamos y lo ponemos a hervir en una cazuela con agua hasta que esté bien cocido. Cuando esté hecho, sacamos los trozos del agua y los pasamos por la batidora.
Por otro lado, limpiamos los mejillones. Ponemos en una cazuela la cebolla picada con perejil y el aceite hasta que la cebolla esté bien pasada. Añadimos un buen chorro de vino blanco seco (en mi caso, fino, que era lo que tenía a mano), echamos los mejillones y tapamos hasta que se abran (unos cinco minutos). Cuando estén abiertos, los sacamos, reservamos algunos con una de las conchas para adornar los platos, y quitamos las conchas de los demás. Si son muy grandes, quitarles la parte gomosa de alrededor y trocearlos o desmenuzarlos, al gusto. Colar el caldo que ha quedado en la cazuela.
Mezclamos el caldo colado con el puré de calabacín. Añadimos los mejillones sin las conchas, y si lo servimos en plato, ponemos uno o dos con concha en cada uno. En el último momento, podemos añadir un poquito de pimienta negra recién molida.
©jaguado@arrakis.es
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